El rapero del momento presentó su primer disco (Caravana) en un show sold out, con invitados, improvisaciones y consignas políticas. Tocar en el Luna Park es una presión para cualquier artista por su condimento histórico.
Pero Wos ya conoce de memoria este escenario mítico porque allí se coronó campeón nacional de las Batallas de los Gallos 2017, la máxima competencia de freestyle, con solo 19 años. Por eso camina con soltura, hace chistes con el público y se mueve como pez en el agua. No necesita una gran parafernalia, ni mucho vestuario: apenas una camisa de colores, un short deportivo, un rubio a lo Eminem y un micrófono le alcanzan para transformarse en esa máquina-de-rimar que agotó las 8.000 entradas de esta fecha en 12 horas.De a poco se fue metiendo en ese mundillo a través del semillero que fue El Quinto Escalón –pequeños torneos que se hacían en el Parque Rivadavia– hasta llegar a la cima en 2018, como campeón internacional de las Batallas de los Gallos.
Entre medio fue subiendo a internet algunos singles no-improvisados y este año se despachó con un disco lleno de hits. ¿La fórmula de su éxito? El rap-canción con videos cinematográficos que se hacen virales y juntan millones de reproducciones. El rock nacional primero lo miró con desconfianza, pero lo terminó metabolizando: Andrés Ciro Martínez lo invitó a cantar en un show suyo, el Indio Solari le regaló su autobiografía y Charly García se sacó una foto con él. ¿Qué más puede pedir un chico de 21 años, que editó el primer disco de su vida (Caravana) hace dos meses? Ah, sí: tocarlo en un Luna Park repleto para ponerle el moño a un año soñado. En noviembre pasado, después de perder en los octavos de la Red Bull Batalla de los Gallos Internacional, Wos anunció su retiro: “Si vuelvo a las batallas, solo va a ser para presentar mis canciones”. No había espacio para los dos y en el Luna Park pareció condensarse su nuevo rumbo. La llegada del rapero Acru al escenario fue para intercambiar inteligentes versos sin veneno que dejaban el sabor de una despedida afectuosa. Luego Wos invitó al trapero Ca7riel -su ex guitarrista, quien en la noche del viernes tenía su propia celebración en Obras junto a Paco Amoroso- para el trap mutante “Klapaucius”. Apenas terminaron, volaron entre el público dos inmensas pelotas gigantes de la cadena de grows Cultivo Urbano y Wos repartió desde el escenario filtros y papel para armar cigarros; subió La Bomba del Tiempo e improvisó con ellos en las rimas y en los timbales y finalmente se despachó con una versión flamígera de “Canguro”, ese inapelable sopapo a la cultura de la meritocracia
“Hagamos todos un grito deforme”, pidió Wos al público luego de cerrar la noche con “Púrpura” y que todo el estadio -desde la inmensa pantalla hasta los miles de papeles que volaban-, quedara teñido de ese color. “No importa cómo les salga, pero que sea bien deforme”. Ese grito final, que deformó todo el Luna Park, fue también el preámbulo de un futuro incierto. Un tiempo que se avecina con la pregunta de cuánto persistirán sus rimas al frente de su generación.
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Fuente: infobae/pagina12